El presidente
Chávez puso fin a su luna de miel
con el mandatario estadounidense
y arremetió de nuevo, como en tiempos de Bush, contra
"el imperio de EEUU que ha actuado en contra de los gobiernos latinoamericanos"
Al presidente
Hugo Chávez le duró poco la "luna de miel" con Barack Obama y aprovechó
la concentración de este viernes en Caracas, en las celebraciones oficialistas del Día del Trabajador, para arremeter contra "la infamia de Obama", expresada,
a su juicio, en el informe del Departamento de
Estado que señala a
Venezuela como país que no colabora en la lucha contra el terrorismo.
“Rechazamos
categóricamente esa infamia de Obama contra Venezuela; porque
si algún gobierno ha actuado contra los gobiernos latinoamericanos ha sido el imperio de los Estados Unidos”, dijo el mandatario nacional en el acto realizado en la avenida Urdaneta, sitio donde llegaron las tres marchas
gubernamentales que recorrieron diversos sitios de la capital y para las cuales fueron
habilitados cientos de
autobuses con personas provenientes del interior del país.
“Fijo
posición a nombre del
pueblo venezolano, y rechazo
esa ignominia, pido que nos
dejen en paz, porque hemos resuelto
romper las cadenas de siglos y ser libre. Venezuela más nunca será
colonia de nadie, esto es un pueblo libre”, dijo Chávez,
al subrayar que su revolución socialista
"apenas está comenzando" y que "para dentro de 20 años, el país verá
los frutos".
En su
alocución, transmitida en cadena obligatoria de radio y televisión, Chávez dijo que en la Venezuela socialista, tal y como él la concibe
"no hay espacio para oligarcas ni escuálidos
vendepatrias", y tuvo ocasión para burlarse
de la manifestación de las fuerzas democráticas, al calificarla de "muy escuálida" y justificar la respuesta policial con gases lacrimógenos.
“Estuve
viendo la marcha de los escuálidos, verdaderamente escuálida y lamentablemente como casi siempre
ocurre la contrarrevolución
ante el desespero y su casi nula convocatoria,
además no era una marcha que no era de trabajadoras sino de conspiradores, resentidos, de los
viudos y viudas del Pacto de Punto Fijo, de los viudos y viudas del capitalismo".
El Presidente
explicó que "esa concentración llena de odio" terminó "en su frustración" arremetiendo
contra las fuerzas del orden, por lo que la Policía
Metropolitana y la Guardia Nacional
se vieron obligados a dispersarla "con uno que otro potecito
de gas lacrimógeno".
"No vamos
a permitir hechos de violencia, estas calles son del pueblo no de la oligarquía,
ni de la contrarrevolución”,
indicó el mandatario
En otro
aspecto de su intervención, Chávez afirmó que la clase
obrera venezolana está cambiando su visión, pues
están alejando los viejos cánones capitalistas que fueron los que la dividieron, y resaltó que se sigue en la discusión de los contratos colectivos del sector público, de
los magisterios, de la corporación
eléctrica, y aseguró que están casi
listos.
Destacó que "en estos primero cuatro
meses del año se han aprobado recursos
para los trabajadores, para la clase obrera
naciente, para esa clase que
esta trascendiendo los limites".
Destacó que en este
primer cuatrimestre del año
fueron aprobados más de 200 mil millones de bolívares fuertes para las fábricas
socialistas, proyecto estratégico que seguirá transformando el modelo económico venezolano.