21 años después
de la Invasión
Oriel A. Domínguez
C.
La Invasión
a Panamá es sin lugar a duda el genocidio más grande de nuestra
historia, sin embargo nadie
sabe con exactitud cuántos panameños murieron, en parte gracias a la actitud
para algunos servil del hoy difunto Presidente Endara y su gobierno,
quienes se negaron a incluir en el Censo de 1990 la pregunta relacionada a si algún familiar suyo había muerto
en la invasión.
Sólo para recordar
algunos hechos que dan inicio
a esta época
“democrática”. Nadie podrá cambiar jamás
que Endara, Calderón y Ford
cenaban en una base norteamericana horas antes de la invasión, en dicha cena les fue comunicado
que nos invadirán,
nadie sabe cómo reaccionaron, pero no parece ser que se hayan opuesto
con vehemencia ante tal noticia, lo cierto es que esa
noche ellos tomaron posesión de sus cargos recibiendo cada uno el abrazo
de los mismos soldados que nos masacraron
utilizando las más modernas armas.
Una de ellas el avión de combate Stealth Fighter
F-117 “Nighthawk” que erró tres de las cuatro
bombas que intentó detonar en el Cuartel Central, pese a este hecho reconocido
por los propios invasores, muchos hoy todavía tontamente
creen que el Chorrillo fue quemado
por miembros del Batallón de la Dignidad.
Otro hecho fue
que a los días, muchos panameños a pesar de lo sucedido salieron con gran alegría vistiendo camisetas que decían
“Just Cause” portando banderas
de los Estados Unidos, otros incluso servían
a Estados Unidos y salieron vistiendo con orgullo el uniforme militar yankees.
Que decir de los y las que se subían
a las tanquetas gringas y se tomaban alegremente fotos con los soldados sureños de ojos verdes y cabellos
rubios únicamente. Para los
meses siguientes la historia recuerda al Embajador de los Estados Unidos dando órdenes
en el Consejo de Gabinete
de la República de Panamá.Todos
estos hechos lejos de constituirse en algo heroico rayan
en la más grande traición.
Es triste
que hoy se considere esta fecha como
“Día de Reflexión” y es que después
de 21 años por donde se mire la invasión no tuvo nada de Justa.
Con estas
actitudes nunca llegaremos a ser país de primer mundo y habrá que
esperar que toda esta generación
muera, así como murieron los judíos que salieron
de Egipto que tenían mentalidad de esclavos, para entonces empezar a edificar un país con dignidad y valor, donde el amor a la patria esté por encima de todo.
Ojalá algún podamos
honrar a aquellos que dieron su
vida por la patria ese día como ellos se merecen.
Nunca los olvidaremos.