“Se puede”
04/06/2008
Barack Obama necesitó cinco meses para vencer
a Hillary Clinton y entrar en la historia
como el primer candidato
negro a la presidencia de EEUU.
Lo hizo con un linaje político que él
mismo delineó entre “el presidente que eligió la Luna como nueva frontera”
.
Bajo el recuerdo de John F. Kennedy
y Martin Luther King, dos de los personajes
de leyenda de la política
de EEUU, Obama convenció a los votantes demócratas
que el cambio era posible -y mucho mejor que la experiencia esgrimida por su
rival Hillary Clinton- para un país
que se sumerge lentamente
en una recesión que tiñe al futuro
de desesperanza.
Fue con un sencillo “Sí, podemos” que
el político de 46 años en
un discurso de enero pasado sacó el título de “orador carismático” y de “fenómeno político”. Durante el resto de los meses
que transcurrieron hasta ayer el graduado
de Harvard y Columbia, demostró que
también tenía los títulos necesarios
para sobrevivir a los ataques de una dura interna.
Es estos
cinco meses, “el fenómeno Obama” contagió de ganas de hacer política a los jóvenes apáticos de los campus universitarios. Una onda expansiva
que hasta llegó a una aldea
perdida en Kenia. Ahí, su abuela
“Mama Sara” se convirtió en uno
de los personajes más buscados por
la prensa.
Dicen que el enojo
de su pasado lo enterró en las letras de su autobiografía
en la que contó su consumo de drogas
para que nadie se lo recuerde como un obstáculo en su camino hacia
el sueño de ser el primer presidente
negro de EEUU.
Esos recuerdos de la mitad de su vida
los escribió cuando acababa de terminar sus estudios
de leyes en Harvard. Después,
con los fantasmas del pasado a salvo, se lanzó a su carrera política.
En 2004 fue electo senador por Illinois y en 2007 -en
el mismo edificio en que Abraham Lincoln terminó con
la esclavitud- dijo que sería el primer presidente afroamericano. Ayer, se
acercó un poco más a ese sueño.