La masacre
de Omaha
Por José Carlos Rodríguez
Martes 11 de diciembre de
2007
Ocho personas que sólo
pensaban pasar un rato y hacer
alguna compra de Navidad en un centro comercial de Omaha, en Nebraska, se encontraron
con la muerte. Un joven de 19 años, incapaz de asumir unos pequeños fracasos,
decidió quitarse la vida. Pero antes de acabar con ella
quiso llevarse por delante otras,
las de unos desconocidos; cualquiera valdría. "Voy a ser muy famoso", dejó escrito, aunque
puede que en un tono irónico.
La
nueva tragedia ha servido a los medios
de comunicación españoles, una vez más,
para mostrar su desprecio por
las víctimas, al deslizar que la culpa de ésta y otras masacres
la tiene el hecho de que en EEUU haya libre posesión de armas. Porque si
les doliera que se produzcan episodios como éste
tendrían el ánimo de plantearse cómo se puede llegar a esta situación. ¿Cuál es la historia de la libertad de armas en aquél país y en Europa? Por desgracia, la masacre del centro
comercial es más típica de lo que se piensa. Como el caso de la matanza de la
Universidad de Virginia, este
centro comercial era declarado "zona libre de armas". La mayoría de este
tipo de tiroteos se producen en áreas en que no se puede llevar un arma. Los asesinos, incluso
los suicidas, proceden de modo racional y prefieren actuar donde se sientan seguros. Y porque quienes inician un tiroteo
en las áreas en que sí se permite
llevar armas, no pueden completar sus planes sin ser antes abatidos.
Las
víctimas merecen nuestro respeto y, por tanto, no despachemos
tragedias como
la de Omaha con un juicio a la ligera.