La mano de la CIA en México
Carlos Ferreyra
Fecha: 2014-11-20
Ultima modificación: 04:52:23
Cada vez son más las voces que anuncian la presencia de agentes desestabilizadores en México, todo visto desde la perspectiva de un alzamiento general —que eso son las protestas— bien calculado, progresivo y con fuentes de financiamiento que nadie investiga.
El origen de las protestas ha sido oscuro y han quedado sin explicación las razones por las que los normalistas enviaron a chamacos de primer año a realizar un boteo, secuestrar autobuses y enfrentar a las posibles fuerzas represoras en territorio ajeno. Porque el ámbito natural de los estudiantes es Chilpancingo, la Autopista del Sol y los comercios de esa ciudad donde saquean y roban la luz pública con la garantía de que no intervendrán las policías asentadas en la capital guerrerense.
A partir de entonces se han incrementado las protestas debidamente escalonadas y geográficamente estructuradas, participando grupos y organizaciones presuntamente de izquierda, pero que no trabajan sino como participantes en actos públicos. Y seguimos sin conocer las fuentes de financiamiento para movilizarlos, alimentarlos y proporcionarles los elementos básicos para su bienestar y seguridad —allí sí—, esto es, apoyo médico y refugios.
Insisto en el súbito interés de la Casa Blanca, no la de las Lomas sino Washington, para intervenir exigiendo su pronta solución y el castigo para los responsables. Petición acompañada del aviso de que agentes de investigación de Estados Unidos están colaborando. Lo dijo la señora subsecretaria encargada de los asuntos latinoamericanos.
Rescatemos una denuncia nunca aclarada de Wikileaks: soldados estadunidenses participan activamente en el combate a los drogas. Cierto si recordamos la muerte de Arturo Beltrán Leyva en un departamento en Cuernavaca, abatido por marinos mexicanos bajo observación de sus instructores gringos cuyas fotos inclusive fueron publicadas los días posteriores al hecho en diciembre de 2009.
Y también el incidente en Huitzilac—Tres Marías, cuando policías federales al responder a un llamado por secuestro, se toparon con un vehículo blindado que no respondió a la orden de detenerse. Los agentes mexicanos iban de civil y todo terminó en que el auto fue balaceado y después de supo que pertenecía a la embajada de Estados Unidos, llevaba a bordo diplomáticos de esa nacionalidad y el chofer era un marino mexicano que los llevaba al campo de entrenamiento de la corporación en esa zona.
Según los documentos revelados por Wikileaks, la información fue obtenida de los correos electrónicos de un funcionario diplomático mexicano con la agencia privada de espionaje, dícese que sostenida por la CIA, Stratfor, con sede en el sur de Estados Unidos. Da cuenta también de la reunión “secreta” entre funcionarios gringos con mexicanos en 2010, para mejorar la comunicación entre agentes encubiertos procedentes del norte y la Policía Federal a la que en reiteradas veces han descalificado afirmando que no comparten información por los altísimos niveles de corrupción entre los agentes nacionales.
El supuesto diplomático mexicano fue identificado como Fernando de la Mora Salcedo quien, entre otras cuestiones, señala en sus mensajes que los cárteles de la droga han penetrado lo mismo en los organismos mexicanos como en los estadunidenses. En alguna parte, señala que un funcionario mexicano “de alto nivel”, negociaba secretos nacionales con entidades del país del norte. Esta información en determinado plazo dejó de ser secreta y está a la vista pública en internet, aunque en ningún momento se señala por su nombre al personaje.
El diplomático mexicano, informa el blog Narconews, aseguró a Stratfor “haber sido moldeado para ser la ‘punta de lanza’ mexicana en EU”; agrega que es “el más joven funcionario del Servicio Exterior en la reciente historia mexicana… y ha sido designado como el hombre clave del gobierno de México, que pagó sus estudios en la Universidad de Nuevo México para prepararlo para una mayor interacción con la aplicación de la ley de EU y sus legisladores… posiblemente colabora con el CISEN.
Otro documento rescatado por Wikileaks, dirigido por Mora a Stratfor, confirma “que hay presencia de Marines (en México), pero no sé si se trata de la MFR [Marine Force Recon]… Por otra parte, se ha llevado a cabo coordinación operativa y ejercicios conjuntos, y quedan más en las etapas de planificación. En efecto, tenemos presencia militar de EU en México como parte de la oficina de coordinación de la Iniciativa Mérida (a pesar de que a veces están bajo cubierta oficial del Departamento de Estado, etcétera). Hay asesores y agentes de inteligencia que trabajan en el nivel táctico con sus contrapartes mexicanas…”
Otra importante revelación es que el gobierno mexicano parece haber estado involucrado, al menos en términos de intercambio de inteligencia, con la operación fallida de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de los EU, Rápido y Furioso.
Finaliza la información: En junio de 2010, cuando Narconews reportó la presencia de un grupo de operaciones especiales de EU en México, el ex agente de la CIA Tosh Plumlee, dijo que los miembros del grupo temían que su misión haya estado comprometida por las filtraciones y la corrupción dentro del gobierno mexicano. “Debido a que las operaciones del grupo de tareas ya han sido expuestas, al menos en la medida en que las organizaciones narcotraficantes están conscientes de su presencia en México”, el ex agente opina que dar a conocer información sobre el Grupo de Tareas 7 puede ayudar a protegerlo, a pesar de la vergüenza diplomática que pudiera provocar a ambos gobiernos”.
Sí, mucha vergüenza… polvos de aquellos lodos panistas.