Estado fallido
De los más de 400 centros de reclusión, más de la mitad tienen severos problemas de gobernabilidad.
Juan Carlos Sánchez Magallán*
Mucho se ha
discutido si nuestro país alcanza
la deplorable distinción de “Estado
fallido”. Ciertamente no, pero sí el
de gobierno en crisis. Recientemente Estados
Unidos alertó a sus gobernados para no visitar 14 estados de la República Mexicana y tener precauciones en otros cuatro por ser altamente inseguros debido al crimen y la violencia.
Con una
delincuencia que hace funciones de gobierno, extorsionando a comerciantes y empresarios —como si fuese cobro de impuestos— y garantizando seguridad a sus víctimas. Sí, lector, seguridad que no ofrecen los tres
niveles de gobierno y el del presidente Calderón cree que está
haciendo las cosas bien, pero
basta reflexionar sobre la crisis del modelo penitenciario mexicano.
De los
más de 400 centros de reclusión en el país, más de la mitad tienen severos problemas de gobernabilidad, sobrepoblación, corrupción, hacinamiento, lucha de bandas para lograr
el control interno, infraestructura
y ubicación geográfica, pues la mayoría están asentados en zonas urbanas y exponen a peligros a familias vecinas.
El penal de Apodaca, Nuevo León, así lo confirma: 44 reos del cártel
del Golfo asesinados por 30 zetas fugados, mayor ejemplo de impunidad, corrupción y opacidad no puede existir.
Su antecedente
más cercano fue la riña en el penal de Altamira, Tamaulipas, con un saldo de 31. Raúl Plasencia,
titular de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, informó de más de 11 mil anomalías en los Centros de Detención. Guillermo Aguirre Aguilar, tercer
visitador, informó que en 2011 se dieron 49 incidentes —riñas, homicidios, fugas, suicidios e incendios— en penales del país,
con un saldo de 171 muertos.
¿Hasta cuándo el gobierno federal hará un programa nacional
de readaptación social para
los 230 mil 252 presos del país? ¿Cuándo
se logrará su reinserción a la sociedad mediante labores de capacitación, educación, salud y deporte? ¿Cuándo el Poder Judicial resolverá con eficacia y prontitud el rezago judicial existente en más de 40% de la población penitenciaria? ¿Cuándo
el Poder Legislativo realizará reformas al actual sistema penitenciario, ya que el existente
colapsó?
Un burócrata mediano de la SSP federal afirmó que en el penal de Apodaca hubo corrupción
y se preguntó, ¿quién abrió la puerta? Habría que preguntarle,
¿quién abrió la puerta del Chapo
Guzmán, fugado del penal de
Puerta Grande hace 11 años y 34 días. Felipe Calderón anunció festivamente la detención en su administración de 22 de 57 líderes
de cárteles y Alejandro Poiré
afirmó: “Si antes se hubiera atacado el problema”. ¿Sabrá el joven
secretario que en política no existe el hubiera? Y todavía más, el general Galván Galván, secretario de la Defensa, afirmó que el Ejército “estará tan lejos y tan fuerte” como
lo ordenen el mando supremo y la sociedad.
¿Sabrá
que la sociedad quiere paz,
no guerritas con los narcotraficantes? ¿Y los
actos de corrupción de algunos generales, mandos medios y subalternos desplegados en todo el territorio nacional? ¿Y el desgaste del Ejército por
realizar funciones de autoridades civiles, permitir su gradual corrosión y la consecuente deserción de miles de sus subalternos que incrementan las filas del crimen organizado?
De los
candidatos presidenciales solamente Peña Nieto y López Obrador se han
pronunciado por el gradual regreso del Ejército a sus cuarteles. Vázquez Mota afirmó que
seguirá la estrategia de
Calderón al pretender ser Comandanta en Jefe del Ejército
Mexicano. ¿Qué
le parece, estimado lector?
*Abogado y político.
jcsanchezmagallan@hotmail.com