Intolerancia
Gabrielle Giffords
ha sido una legisladora del ala liberal demócrata que ha repudiado la controvertida ley SB 1070 de su estado
Ana Paula Ordorica
El lenguaje incendiario en la política estadunidense ha pasado el límite aceptable. Los
focos rojos se encendieron este fin de semana con el disparo a la congresista por Arizona,
Gabrielle Giffords, en un evento
con ciudadanos reunidos en
un supermercado en Tucson a donde
llegó un individuo, sacó su pistola
y disparó.
Mató a cinco personas, incluyendo una niña, a un juez
federal y, hasta el momento
de escribir estas líneas, Giffords se encontraba en situación crítica, luchando entre la vida y la muerte.
Giffords ha sido una
legisladora del ala liberal dentro del partido demócrata que ha repudiado la controvertida ley SB 1070 de su estado. Una defensora
de reglas migratorias realistas, que permitan un camino
hacia la legalización, en aras de poner orden
a un sistema migratorio roto.
Y por
ello los políticos del Partido del Té, encabezados por Sarah Palin, han enfilado sus baterías
en contra de ella y de cualquier
político que no se case con
sus ideas en un discurso de
enojo y violencia.
Apenas en las pasadas
elecciones de noviembre,
Palin publicó un mapa de EU con miras de rifle sobre los estados con congresistas que debían ser blanco de sus ataques. Veinte congresistas
estaban incluidos en esta lista. Giffords era una de ellas.
Y lo que para Palin era una metáfora, para
el individuo que se presentó el sábado en el supermercado fue una realidad. Llegó con su arma y le disparó
a Giffords y a quienes la rodeaban.
El discurso intolerante en EU es preocupante. Así lo expresó Obama, Palin y los políticos de izquierda y derecha alarmados por lo ocurrido en Tucson.
Para México esta intolerancia nos toca directamente
porque, desgraciadamente, el centro de ella
se ubica en contra de los migrantes.
Y ya no sólo
de los ilegales.
Aun cuando el principal sospechoso de haber
disparado en contra de Giffords
no fuera de origen hispano.
Además del repudio a los políticos que no están de acuerdo con leyes como
la SB 1070, en Arizona hay repudio ya por prácticamente
cualquier cosa que hable de hispanos,
de latinos, de México.
The New York Times publicó un artículo
el fin de semana que relata la suerte que ha sufrido la materia de estudios México-americanos en las escuelas de Arizona. Ha sido declarada ilegal.
Señalada como
una materia que hace propaganda y lavado de cerebro a los alumnos, haciéndoles creer que los latinos
son una clase oprimida en EU, la prohibición de
esta materia se ha convertido en ley y por ello tiene
que ser disuelta de las escuelas en Arizona.
Esto
sólo para la materia que trata
estudios México-americanos. No así para
otras similares que tratan estudios
sobre afroamericanos, asiáticos o los grupos indígenas estadunidenses.
El escenario es complejo
para los mexicanos. Sobre todo
porque, mientras en México sigan desapareciendo, secuestrando y matando a los migrantes y transmigrantes centroamericanos, el discurso de defensa a nuestros connacionales en EU será tumbado con un sencillo “no vengan a pedirnos que no hagamos lo que en su casa sucede a diario y de manera más violenta”.
@AnaPOrdorica