Cineastas venezolanos exigen liberación de Timothy
Tracy
Solveig Hoogesteijn,
Oscar Lucién, Margot Benacerraf y Alejandro Bellame, entre otros, firman un comunicado
"Quienes suscribimos --cineastas y profesionales de la comunicación, la cultura y las artes-- expresamos
nuestro desacuerdo con la detención en territorio venezolano de quien es, a todas luces,
un cineasta en ejercicio de
su libre actividad de producción
audiovisual. Y en especial, nuestra condena a que se utilicen los registros videograbados por él, y confiscados por un cuerpo polícial,
como expedientes para perseguir y acusar judicialmente a ciudadanos venezolanos". Así lo expresa un comunicado firmado por conocidos cineastas
venezolanos, quienes piden la liberación del realizador estadounidense Timothy
Tracy, documentalista apresado
por supuesta asociación para conspirar en contra del Gobierno venezolano.
A
continuación, el comunicado:
La
detención del cineasta
Timothy Tracy lesiona la libertad
de expresión en Venezuela
La
detención del ciudadano norteamericano Timothy Hallet
Tracy por las autoridades venezolanas llamó desde un principio la atención de la comunidad cinematográfica nacional debido a que se lo mencionó como un cineasta que desde
hace varios meses realiza un documental sobre el proceso socio-político que se lleva a cabo en nuestro país. Sin embargo, nos hemos tomado
varios días para pronunciarnos, en espera de una información
más precisa y fidedigna sobre el caso, debido a que las circunstancias
de la detención y los informes
emanados de las autoridades policiales y judiciales resultaban confusos y era necesario investigar sus pormenores, en aras de la seriedad y el apego a la verdad.
Hoy,
toda la información que hemos podido
recabar sobre el ciudadano Timothy Tracy es que se trata de un cineasta de 35 años que se encuentra en Venezuela desde hace varios
meses, y aquí realiza una intensa
y extensa labor de registro
videográfico sobre los acontecimientos políticos que vive el país. Desde antes de las elecciones del 7 de octubre de
2012, pasando por las elecciones regionales, el desenlace de la enfermedad que afectó al presidente Chávez y la nueva campaña electoral que finalizó el pasado 14 de abril, Tracy se relacionó con todos los factores comprometidos en uno y otro campo de nuestra polarización política y visitó numerosas comunidades de los más variados sectores
socio-económicos, todo ello con el objeto de registrar sus actividades y enfoques, con el único recurso de su cámara
audiovisual.
La
actividad descrita –corroborada por los testimonios posteriores de personeros del gobierno, la oposición y la comunidad organizada- muestra el retrato de lo que debe hacer un documentalista
profesional, responsable y objetivo: identificar todos los ángulos existentes sobre la realidad que está
documentando, acercarse a ellos, registrar sus acciones con la mayor precisión e
intimidad que le sea permitida, así como obtener sus
puntos de vista mediante declaraciones y testimonios. Todo lo que ha sido descrito, desde todos los sectores, acerca de las actividades de Timothy Tracy,
da cuenta de un cineasta que realizaba
un serio y profundo
documental sobre nosotros.
Nadie puede sorprenderse de ello. Desde hace 15 años,
el interesante proceso
socio-político que vive
Venezuela la ha convertido en escenario
privilegiado para investigadores, cineastas y periodistas e de todo el mundo, quienes vienen al país con el propósito de recabar realidades que luego ofrecen, bajo su propia
óptica interpretativa, a públicos de todo el orbe. El mismo gobierno nacional ha sido promotor de muchas de esas visitas y de los productos literarios o audiovisuales que de ellas resultaron.
Y por supuesto, no todas las visiones
que ofrecen los visitantes les resultan favorables, como el lógico en un mundo democrático y multipolar.
En
torno al caso del cineasta Timothy Tracy, las autoridades policiales y judiciales no han ofrecido una información
concreta y transparente que permita dar
credibilidad a las acusaciones sobre presuntas actividades ilegales que el arrestado estaría realizando. Situaciones como esta son cada
vez más frecuentes
en distintos países del mundo, donde las
libertades de expresión y movimiento han sido conculcadas, con graves consecuencias para los comunicadores detenidos y para quienes con ellos se vincularon.
Quienes suscribimos -cineastas y profesionales de la comunicación, la cultura y las artes- expresamos
nuestro desacuerdo con la detención en territorio venezolano de quien es, a todas luces,
un cineasta en ejercicio de
su libre actividad de producción
audiovisual. Y en especial, nuestra condena a que se utilicen los registros videograbados por él, y confiscados por un cuerpo polícial,
como expedientes para perseguir y acusar judicialmente a ciudadanos venezolanos.
Solicitamos del gobierno
nacional la mayor transparencia
y objetividad en el tratamiento
del caso del señor Tracy. Y
su pronta libertad, pues se trata de un profesional del audiovisual cuya tarea ha sido interrumpida
bruscamente por motivos políticos. De no proceder así, el gobierno de Venezuela estará incurriendo en una violación específica de la libertad de recoger y divulgar información en su territorio, la cual está garantizada
en la Constitución vigente
de nuestra República.
Edgar
Narvaez
Frank
Baiz Quevedo
Rafael
Godoy
Luis
Armando y Marie Françoise Roch
Geyka Urdaneta
Alejandro
Izquierdo
Pablo
Dela Barra
Adolfo
Lopez
Solveig Hoogesteijn
Emiliano Faria
Castillo
Blas
Kisic
Karina
Gomez
Iván Zambrano
Ana
Henriquez
Henry
Páez
Enrique
Aular
Erich
Wildpret
María Fernanda Maragall
Marilyn
Birchfield
Margot
Benacerraf
Mercedes
Brito
Cacho Briceño
Sergio
Curiel
Sergio
Pizzolante
Luis
Peraza
Alejandro
Bellame
Alejandro
Garcia Wiedemann
Mary
Eunice Monsalve Dam
Frank
Bonilla
Lenin
Ovalles
Iraida Tapias
Alejandro
Parisca
Indira Leal
Rómulo Guardia
Jorge
Granier
Jorge
Olavarría
Caupolicán Ovalles Sequera
Oscar
Lucien
Bernardo
Rotundo
Douglas
Monroy
Luis
Medina