Wikileaks y la guerra contra
el narco
Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto
En las
filtraciones de WikiLeaks, el mayor escándalo diplomático internacional de los últimos tiempos, el nombre de México y la
relación con EU saldrán a relucir pronto, cuando comience a revelarse el contenido de los 2 mil 285 cables emitidos
desde la embajada estadounidense en nuestro país, referidos en buena parte, a la guerra contra las drogas que
se libra en territorio mexicano con el auspicio y el apoyo de Washington.
El diario
alemán Der Spiegel fue el primero en mencionar ayer a México como uno de los países que aparecen en los cables que desnudaron a la política exterior del Departamento
de Estado, y ayer mismo, el
director del periódico El País, Javier Moreno, confirmó que entre las filtraciones se encuentra un “tema ahora mismo fundamental en
México: la guerra contra el narcotráfico”.
¿Qué
pueden decir esos cables enviados por la diplomacia y los espías del gobierno
estadunidense en territorio
mexicano? Mucho. A juzgar por lo
que ha aparecido en las comunicaciones de las embajadas de EU en otros países, en esas cartas, oficios,
fichas y memorándums se habla de situaciones y temas que no figuran
en el discurso oficial de
la relación bilateral. De hecho
el escándalo que se ha desatado en todo el mundo, y que hizo
que ayer tanto Hillary Clinton como el presidente Obama atendieran personalmente el asunto, es porque buena
parte de las filtraciones tienen que ver
con información secreta, en
algunos casos producto de espionaje tanto a los gobiernos como a personajes de las naciones.
Sería de esperarse entonces que esas
comunicaciones arrojen luces sobre cómo
ve realmente EU la violencia en México y la guerra
contra las drogas, más allá del
discurso oficial y de los elogios que en público dedican a Calderón. ¿Mencionarán los cables, por ejemplo los entretelones de la Iniciativa
Mérida y los compromisos no públicos
contraídos por el gobierno de Calderón? ¿Dirán
algo esas comunicaciones de la presencia de
personal de agencias estadunidenses
como la CIA, FBI y la DEA o de la operación
de un centro de espionaje
en pleno Paseo de la Reforma?
Habrá que revisar
para ver si en algunas de esas comunicaciones se menciona el envío a territorio mexicano de militares de EU con entrenamiento
de élite, subcontratados por
empresas particulares como Blackwater y que participan en operativos antinarco y de seguridad de la Marina de México. Lo que
hasta ahora se sabe es que
de esos 2 285 cables que salieron desde la sede diplomática hacia Washington, 159 fueron del Consulado de Monterrey, 78 del de Nogales, 10 del Consulado en Juárez, 32 del de
Guadalajara, 27 del de Tijuana, 19 del de Hermosillo, 7 de Matamoros, 5 de
Nuevo Laredo, y 3 de Mérida, entre otros.
Del total de la información que sobre México contienen los archivos e WikiLeaks, 80% se refiere
al tema del narcotráfico y
a comunicaciones hechas desde la Embajada en los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe
Calderón. ¿Qué sorpresas
deparan esas filtraciones para México? Seguro muchas; y seguro nos enteraremos de mucho más por esos
documentos que por lo que se informa
oificialmente por el gobierno mexicano.
NOTAS INDISCRETAS… En Zacatecas afirman que ya
hay dos testigos del DIF estatal
que declararán contra la senadora Claudia Corichi que intentó deslindarse
de las compras de botellas de mezcal hechas por el organismo
asistencial. Son dos ex funcionarios
de alto nivel que afirman que firmaron
“por instrucciones de la licenciada Corichi” y que testificarán en un proceso judicial… Se baten
los dados. Apostamos por
Escalera