Obama: primero limpie su casa
Ricardo Alemán
17 de marzo
de 2010
Todos saben que
en la sociedad estadounidense
está el mayor número de consumidores de drogas del mundo. Todos saben
que la frontera común entre México y EU es la de
mayor tráfico en el mundo, y
por donde cruzan la mayor cantidad de drogas.
Y todos
saben que los narcotraficantes mexicanos están entre los más importantes proveedores de drogas a los distribuidores de enervantes que sin mucho problema operan en todo el territorio estadounidense. Pero lo que muchos saben
y pocos quieren ver, reconocer y resolver es el elevado nivel
de corrupción que prevalece en todos los estratos del gobierno de Estados Unidos, y que hace posible
el mayor mercado de drogas
del mundo.
Y es
que sin la corrupción galopante entre policías, gobiernos y agencias especializadas —de Estados Unidos, claro—, no se entiende la eficacia con la que por lo menos
15 millones de adictos que demandan droga
en la Unión Americana, tengan a la mano su respectiva
dosis de la droga que se quiera, todos los días, en donde usted quiera
y mande, y a lo largo y ancho
del territorio estadounidense.
En realidad
el sistema para traficar, distribuir y vender todo tipo de droga
—en todo el territorio de
EU—, es tanto o más eficaz que
el de la distribución y venta
de refrescos de cola o hamburguesas.
Y no se entiende la eficacia
de ese negocio, sin su rentable capacidad de corromper a todo tipo de autoridades. Un negocio que tiene
por lo menos 15 millones de clientes es, también por
lo menos, parte de la economía
estadounidense.
Por eso resulta
inaceptable que el gobierno y el Estado mexicanos se
asusten al primer manotazo
del gobierno de Obama, quien
se dice enojado y sorprendido
por la violencia criminal desatada en Ciudad Juárez y por la muerte de tres ciudadanos estadounidenses. Obama
está en lo suyo, pero el gobierno mexicano también, cuando cuestiona el cochinero que tiene
Obama en su casa, respecto
a la corrupción que aceita el consumo y tráfico de drogas.
Sí existen dudas
sobre esa corrupción. Una perla. En su edición
del 15 de febrero de 2010, el diario
mexicano La Razón reprodujo un reportaje de la CNBC,
que documenta que el condado de Mendocino, California,
vive de la producción y venta
de mariguana, cuya distribución se hace a través de FedEx. Todas las autoridades —incluida la DEA—, toleran el “narco-condado”, en donde viven cinco premios
Nobel, y un ex convicto es
el empresario más exitoso. En los hechos, lo que pasa en Mendocino es la reglamentación de la producción, venta y consumo de mariguana. Sí, señor Obama, primero limpie su casa.
EN EL CAMINO. Y en México, basta de que alcaldes
y gobernadores se hagan desentendidos, igual que los legisladores.