Golpes al narcotráfico

 

El duro golpe asestado por las autoridades estadounidenses al cártel mexicano La Familia y la captura ayer mismo en Monterrey del "número dos" de Los Zetas, el brazo armado del cártel del Golfo, representan éxitos importantes en la lucha contra las mafias del narcotráfico, pero también ponen de manifiesto, una vez más, la gravedad del problema.

 

El propio secretario de Justicia estadounidense, Eric Holder, durante una conferencia de prensa ayer al mediodía anunció que 303 personas vinculadas a La Familia habían sido capturadas en "esta acción policial coordinada, sin precedentes, la mayor realizada contra un cartel mexicano de drogas…".

 

En la operación participaron más de 3,000 agentes de diferentes cuerpos de seguridad de 19 estados y durante la misma fueron incautados unos 500 kilos de marihuana, 350 kilos de metanfetaminas, 62 kilos de cocaína, $3.4 millones de dólares, 144 armas de diferente calibre y 109 automóviles.

 

Esto, como acción inicial, satisface de alguna manera la exigencia de México y otros países latinoamericanos de que Estados Unidos debe hacer más contra el narcotráfico en su propio territorio, ya que esa nación no solo es el principal mercado de las drogas, sino también una fuente de abastecimiento de armas, incluso de tipo militar, para las mafias.

 

Pero también es una evidencia de que los cárteles mexicanos del narcotráfico han logrado pasar la frontera y ahora manejan ellos mismos la venta directa a los drogadictos estadounidenses, lo que eventualmente podría desatar una guerra callejera si las tradicionales mafias estadounidenses se disponen a defender su viejo mercado.

 

Por otro lado, la captura de Carlos Adrián Martínez Muñiz, alias "El Borrado", considerado el segundo al mando de Los Zetas en el estado de Nuevo León, puede sumarse a los triunfos del gobierno de Felipe Calderón en su guerra contra los narcos, pero también evidencia el poder de fuego que tienen las mafias, ya que le fueron encontrados comprobantes de pago de 4,000 sicarios.

 

En los demás países víctimas del narcotráfico, como Honduras, esperamos que la acción estadounidense contra La Familia marque el inicio de una ofensiva para cortar, desde la fuente misma, el suministro de dólares y armas para los narcos. De esa forma, las acciones valientes, como la del presidente mexicano, tendrían más éxito porque las mafias y sus sicarios no contarían con tanto dinero ni con tantas armas para desafiar a los Estados y los pueblos.