Primera jornada de Cumbre concluye en el limbo, sin acuerdos y bajo secreto
Juan Manuel
Santos, puso sobre la mesa uno
de los temas más espinosos, la inclusión de Cuba
en las siguientes citas continentales.
La primera jornada de la VI Cumbre de las Américas concluyó el sábado en Cartagena de Indias sin
acuerdo sobre Cuba, Malvinas y drogas,
en secreto y en medio del silencio del Gobierno
colombiano, anfitrión de esta cita que reúne a 31 gobernantes del continente.
La cita comenzó al mediodía con un acto abierto a la prensa, en el que presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, puso
sobre la mesa uno de los temas
más espinosos, la inclusión de Cuba en las siguientes
citas continentales.
"No podemos ser indiferentes
a un proceso de cambio al interior de Cuba, que es reconocido,
y ese cambio debe continuar. Es tiempo de superar la parálisis que lleva a la terquedad, por el bien del pueblo cubano", manifestó Santos ante sus invitados,
entre ellos el estadounidense
Barack Obama.
Y les pidió "tender puentes"
para superar las diferencias
porque, a su juicio, el embargo impuesto
por Washington hace más de 50 años a la isla caribeña ha sido "ineficaz".
Poco antes del inicio de la cumbre, Obama había
dicho en el Foro Empresarial de las Américas que
el caso cubano le hacía sentirse en la era de la "Guerra Fría",
pese a que en esos años "ni siquiera había nacido", y afirmó que "ese no es el mundo en el que vivimos hoy".
Pero también dejó claro
que Cuba es un país "antidemocrático"
y que no cumple con los requisitos
para estar en las cumbres.
Tras la inauguración, los gobernantes celebraron una plenaria sin acceso a los medios, de la que sólo se supo por algunos
presidentes y ministros que
contaron detalles a los periodistas, los suficientes para
entender que no había acuerdos sobre los temas
sensibles.
Mientras el Gobierno colombiano guardaba silencio, el canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, declaró en una rueda de prensa
junto al presidente Ollanta Humala, en la que confirmó que el anfitrión,
Santos, tenía en su mano incluir finalmente los temas sensibles en la agenda.
Y es que la inclusión de Cuba en las próximas
cumbres y el apoyo a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas son asuntos que
"en la reunión de cancilleres
no se pudieron resolver y
han pasado a manos de los jefes de Estado", reconoció Roncagliolo.
A su turno, Humala habló
de una "agenda positiva", entre otros motivos porque se debatió sobre la inclusión de
Cuba en la próxima cumbre,
al calificar ese hecho como lo
"correcto" porque se debe
"incluir a todos".
El boliviano Evo Morales, uno de los pocos presidentes de la Alianza Bolivariana (ALBA) que asistieron a esta cumbre fue el que puso el dedo en la herida: "todos los países de América Latina quieren que esté Cuba, pero hay una
imposición, una dictadura que no lo acepta".
En una rueda de prensa
insistió en que "no es posible
ni democrático" que un sólo
país niegue el reclamo de la mayoría de las naciones de Latinoamérica, cuyos gobiernos, explicó, hoy le plantearon el asunto directamente a Obama.
Morales dijo sentirse "decepcionado" con Obama y también con el Gobierno de Colombia por no haber permitido a los periodistas seguir en directo la plenaria de la cumbre.
Y adelantó que si bien asistirá el domingo a la segunda jornada de la cumbre, que
consiste en un retiro privado
de presidentes, no cree que
"sea útil" porque
estas cumbres se encuentran en "una etapa de desintegración" a
causa de la negación de EE.UU.
a reconocer el sentimiento latinoamericano.
Un hecho que evidenció esa situación es que mientras se desarrollaba la plenaria, la ALBA difundió un comunicado en el que anunciaba la
decisión de sus miembros de
no asistir a las próximas Cumbres de las Américas si Cuba
sigue excluida.
Y después de que en Cartagena estuvieran
ausentes tres presidentes de los ocho países que la integran: el ecuatoriano Rafael Correa, el nicaragüense Daniel Ortega y el venezolano
Hugo Chávez.
La Casa Blanca también informó sobre el desarrollo de la plenaria, en la cual Obama anunció
que aumentará la cooperación
y destinará más de 130 millones de dólares este año a la seguridad en Centroamérica.
Los presidentes centroamericanos habían celebrado una reunión antes del inicio de la cumbre para buscar consenso en torno a las drogas, un flagelo que afecta especialmente a esta región y que constituye otro tema sensible de la cumbre.
Al termino de la primera jornada de
la cumbre, los 31 presidentes
se desplazaron a la Casa de Huéspedes,
la residencia del presidente Santos en Cartagena, para celebrar
una cena de gala.