Nuestro rechazo al imperio, nuestra solidaridad con Venezuela
Por: Tomás Borge*
Fecha de publicación: 01/06/11
El Gobierno
de los Estados Unidos - es decir
el imperio – se resalta por
su brutalidad y descaro. También se empecina en la amnesia. Obama se desgañita rogándonos el olvido del pasado. El pasado es la intervención, el pasado es la arrogancia,
el desprecio hacia la soberanía de los pueblos, el pasado es el asesinato,
el pasado es la violación, sin medida sin pudor, del derecho
internacional.
El presente es, con exactitud algebraica, cronométrica, lo mismo.
El Gobierno
de Estados Unidos por medio de los
labios carnosos de quien alguna vez
parecía atractiva, la dama implacable, Hilary Clinton, anunció
durante el mes de mayo sanciones contra la petrolera estatal de Venezuela (PDVSA), por sus
relaciones con Irán. Estados Unidos mantiene relaciones con el país que quiere – incluyendo
el genocida Israel – con todo
derecho. Todos los países
del mundo tienen relaciones con quienes les da la gana según los acuerdos
de las Naciones Unidas. Venezuela, país energético,
tiene relaciones energéticas con Irán, país productor de petróleo y si no las tuviera sería
asunto de Venezuela, aunque
no tenerlas sería idiota y antinatural.
Es elemental: estas sanciones hieren la dignidad de América Latina y forman parte de las antiguas mañas odiosas, del imperio yanqui. Nuestra solidaridad con la Venezuela Bolivariana
y nuestro hermano el gladiador Hugo Chávez.
Recordamos a la altanería del gobierno yanqui
de que nuestros países – por lo menos la mayor parte – han decidido ser soberanos, libres como las águilas. Pedirle sensatez, respeto y cortesía al imperio es como rogarle objetividad a la derecha o fealdad a la luna llena, o a como se dice aquí, peras al olmo. Seremos independientes, señores
yanquis, señores de la derecha, por nuestra
propia e irreversible cuenta.
(*) COMANDANTE
TOMAS BORGE, FUNDADOR DEL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL (FSLN)
ansonithalbano@gmail.com