Google ante la UE
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25-02-10
EN el marco de la política de libre competencia, la UE ha abierto una
investigación sobre determinadas prácticas de Google,
a petición de tres empresas que denuncian
su discriminación en los procesos de búsqueda y en la política de anuncios adosados.
Google controla el 80 por ciento de las búsquedas
que se realizan en Europa, por lo que una compañía
penalizada por el buscador de forma injustificada sufre una pérdida
objetiva en su posición ante el mercado. No es, por supuesto,
el único problema jurídico que afecta
ahora a Google, compañía inmersa en un proceso ante los tribunales italianos por la difusión de vídeos que podrían
atentar contra la dignidad
de la persona y que, además,
se enfrenta al debate sobre
los efectos jurídicos de la
digitalización de libros y
la circulación de noticias
en relación con la propiedad
intelectual y los derechos editoriales. Es lógico que Bruselas intervenga
en materia de libre competencia, elemento sustancial del «mercado común» desde el origen mismo del proceso de integración, reforzado ahora por los criterios del Tratado de Lisboa. El procedimiento abierto podría concluir con una declaración de incompatiblidad y de prohibición
con la finalidad de impedir
la restricción o el falseamiento
de la competencia.
Proporcionar de forma gratuita a los usuarios el contenido de los medios digitales es mucho más que
ofrecer enlaces a los sitios
informativos, por mucho que el buscador se defienda con argumentos formalistas. De hecho, su actividad le permite obtener ingresos mediante el patrocinio de determinados
enlaces que se sitúan -lógicamente- en posición ventajosa sobre los demás. No es lícito
aprovechar sin contrapartida
el trabajo editorial ajeno,
que supone la selección, elaboración y valoración de las noticias y que implica -como es
natural- un esfuerzo para
los medios de comunicación
en recursos humanos y financieros. De ahí que la intervención de la UE sea una buena
noticia para la formación de una opinión pública libre y el desarrollo de una competencia leal e igualitaria respecto de todos los operadores. Por tanto, habrá que
seguir con la máxima atención un procedimiento que puede sentar
un precedente decisivo.